lunes, 26 de mayo de 2014

Ra, dios del Sol

Ra "Gran Dios" anónimo, demiurgo, dios del cielo, dios del sol y del origen de la vida en la mitología egipcia. Ra era el símbolo de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección.

Nombre:
Nombre egipcio: Khepri-Ra-Atón
Nombre griego: Banebdyedet

Imagen moderna del dios:

Funciones:
Ra "Gran Dios" anónimo, demiurgo, dios del cielo, dios del sol y del origen de la vida en la mitología egipcia. Ra era el símbolo de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección.

Iconografía:
Era un hombre con cabeza de halcón sobre la cual portaba el disco solar. Otra forma de culto que se dio a esta deidad fue como Ra-Horajty, un dios solar con cabeza de halcón, coronado por el disco solar.
   

Culto:
Fue venerado en Heliopolis, y Abu Gurab, donde le erigieron Templos Solares los faraones de la dinastía V: Userkaf "Nejen-Ra", Sahura, Neferirkara, Neferefra, Nyuserra, y Menkauhor.

Leyenda:
El nombre secreto de Ra.
Ra, el poderoso dios que vino a la existencia por sí mismo, el que hizo los cielos, la tierra, las aguas, que creó la vida, el fuego, a los hombres y dioses, al ganado y los reptiles, a las aves y peces, el rey de los hombres y de los dioses, para quien los eónes son como años, tenía muchos nombres que ni siquiera los dioses conocían.
Isis, la gran maga tramó en su corazón averiguar el nombre secreto del dios, el que le daba el poder sobre el resto de hombres y dioses.
Cada día Ra surgía sobre su barca y hacia la larga travesía Pero eran ya muchos los viajes que el dios había realizado y día a día envejecía un poco más. Cuando atravesaba las tierras de Egipto su cabeza se balanceaba de lado a lado, su mandíbula temblabla y de su boca le caía la saliva que regaba la tierra. 
Un día Isis recogió la saliva con su mano, mezclándola luego con la tierra y moldeando así una serpiente que dio origen a la primera cobra. No necesitó emplear su magia para llevar a cabo esta creación, porque en la criatura se encontraba la propia sustancia divina de Ra. Isis tomó la serpiente inerte y la situó en el camino que su padre recorría a diario de Oriente hacia Occidente atravesando las Dos Tierras, de acuerdo al deseo de su corazón.
Después ra paso por el sitio donde Isis había dejado la serpiente y ésta se irguió para, rápidamente, en un movimiento justo y certero, morder la carne del dios, transmitiéndole así todo el fuego de su poderoso veneno. Ra abrió su boca y la voz de su Majestad alcanzó los cielos. La Enéada de dioses gritó entonces: '¿Qué os ocurre señor?', y todos los dioses preguntaron: '¿Qué es lo que os ha sucedido?' Pero Ra, el creador, el poderoso dios que había dado origen a todas las cosas y seres del mundo, no pudo responderles, porque no encontró fuerzas suficientes para ello. Sus mandíbulas temblaban y todos sus miembros se estremecían a medida que el veneno avanzaba por su cuerpo, como el Nilo se apodera de todas las tierras a lo largo de su curso.
Después de que el gran dios hubo hecho firme su corazón, dijo a aquellos que le seguían: 'Venid a mí. ¡Oh, vosotros, que vinisteis a la existencia de mi cuerpo! ¡Vosotros, dioses que habéis surgido de mí! Que se os haga saber qué es lo que me ha sucedido. Una criatura mortal me ha herido.
Todos los dioses acudieron a la llamada de Ra, y también lo hizo Isis, la Gran Maga, con su glorioso poder y eficaz palabra. Isis dijo: '¿Qué es esto? ¿Qué es lo que te ha sucedido?, Padre Divino, ¿Ha sido, quizá, una serpiente la que te ha transmitido ese dolor? ¿Una de tus creaciones ha alzado su corazón en tu contra? Si así es yo expulsaré el dolor que te aflige y lo destruiré con mis hechizos.'
Isis nuevamente habló y ahora su voz era cálida y reconfortante: 'Venid, decidme, oh Señor, vuestro nombre, oh divino padre, vuestro verdadero nombre, el nombre secreto que sólo vos conocéis, porque solamente vivirá aquel que es llamado por su verdadero nombre'. 
Y Ra contestó con todos los nombres que poseía. Pero Isis conocía ya todos esos nombres, al igual que el resto de la Humanidad, en tanto Ra seguía guardando dentro de sí su nombre secreto. Mientras, el dolor se acrecentaba y el veneno corría a través de sus venas como el fuego. Entonces Isis se dirigió nuevamente a Ra diciéndole: 'No son esos los nombres que necesito para curaros, es necesario que me digáis vuestro nombre secreto, aquel que sólo vos conocéis, y el veneno será expulsado. Sólo vivirá aquel que manifiesta su verdadero nombre’.
Ra estremecido por el dolor que le quemaba con ferocidad, más poderoso que las llamas de fuego dijo:' Acércate Isis, ven aquí y deja que mi nombre, pase de mi cuerpo al tuyo. Yo, el más divino entre los dioses, lo he mantenido oculto, para que mi asiento en la Barca Divina, de millones de años, pudiera ser extenso. Cuando salga de mi corazón, díselo a tu hijo Horus, después de que le hayas jurado por la vida del dios, y hayas puesto el dios en sus ojos.’ Tras esto el gran dios reveló su nombre a la diosa.
Entonces Isis, la Grande de hechizos, dijo: '¡Arrójate fuera, veneno! ¡Sal fuera de Ra! ¡Oh Ojo de Horus, sal fuera del dios que ha dado origen a la vida por medio de sus palabras! Soy yo quien realiza este hechizo, soy yo quien envía fuera el poderoso veneno, para que caiga sobre la tierra. El gran dios me ha entregado su nombre. ¡Ra vivirá y el veneno morirá!, ¡el veneno muere y Ra vivirá! Así fue como habló Isis la Grande, Señora de los Dioses, que conoce a Ra en su propio nombre.

Imágenes tal y como era:

Fuentes consultadas:
Wiki pedía: dios ra
Ra el dios del sol
Ra el dios de los faraones


LAURA GONZÁLEZ JAUSORO, 2ºC